De profundis (dibujos): un película zen, con historia sencilla, para niños y mayores, que trasforma en su visionado.
Nueve (dibujos): divertida e interesante, por la aportación de cada personaje desde su propia manera de ser, que en ocasiones recordaría a los eneatipos.
Baba Ziz: preciosísima reflexión sobre los caminos que recorremos en los desiertos de nuestra vida, y como llegar a trascender en lo sencillo. Maravillosa música.
Avatar: bella manifestación plástica, con numerosos mensajes ecologistas y espirituales, que animan al despertar de una conciencia superior. Lástima que rellenaran con tanto tiro al más puro estilo vaquero.
Caos Calmo: neurótico italiano se centra y centra.
Despedidas: bellísima demostración de cómo estar centrado y realizarse en los más raros y a la vez sencillos vericuetos de la vida.
Canino: desgarrador relato sobre la programación neurótica y la distorsión de la percepción de la realidad, y sus intentos de huida.
El arte de vivir: funcionario japonés despierta del tedio a la vida.
El club de la lucha: película multidimensional, para todos los públicos, desde el que quiere ver acción, al guapo de Brad Pitt, o profundizar sobre chamanismo, psicoterapia, filosofía y relaciones humanas, de un calado nada usual.
Babel: al final somos todos iguales, y estamos todos interconectados. Tierna y descarnada, imagen y sonido.
Primavera, verano, otoño, invierno: mutatis mutandi.
El Ángel Exterminador, de Buñuel: análisis de los caminos de borrego y su influencia en el inconsciente colectivo, y cómo recuperar contacto para seguir adelante.
El balneario de Battle Creek: curiosa película contracultural de Anthony Hopkins y muchos actores que uno no imaginaría en un entorno así. Ideal para sanar integristas de las terapias alternativas y el puritanismo.
Cisne Negro, bella presentacióndel crudo proceso de asimilación de la sombra.
Sabiduría Garantizada: genial película alemana sin pretensiones, que en tono de comedia explica el camino espiritual en un tono llano y sencillo.